En los últimos años CLR ha estado desplegando un nuevo enfoque estratégico, destacando su aportación de valor principal en el área de ingeniería para el desarrollo de soluciones de accionamiento. Tradicionalmente CLR había estado posicionada como fabricante de reductoras, principalmente para el sector de automoción -y más concretamente para uno de los grandes proveedores mundiales de espejos retrovisores- donde se concentraba muy peligrosamente el 94% de sus ventas.
Hoy, fruto del mencionado cambio estratégico, CLR ha roto con la excesiva dependencia de un solo cliente, habiendo establecido relaciones técnico-comerciales directamente con clientes finales de automoción (OEM’s) como Volkswagen, Ford, Tesla, así como con varios proveedores globales de automoción (TIER 1) de carácter multinacional. Paralelamente se han conseguido importantes patentes como consecuencia de la constante inversión en I+D+i que CLR realiza principalmente en el área vibro-acústica.
Aparte del sector automoción, que ahora se sitúa en el 50% de las ventas, CLR ha desarrollado proyectos exitosos en distintos sectores como seguridad, climatización, hostelería y electromecánica, entre los que como ejemplo hay que destacar el desarrollo de actuadores para proyectos del sector lujo y de la seguridad eléctrica.
Para acomodar este cambio estratégico a nivel corporativo ha nacido una nueva sociedad denominada CLR MANUFACTURING, que provee de servicios industriales de inyección de termoplásticos, mecanizados dentados, y montajes industriales –principalmente de la matriz CLR–, pero que ya presta los mencionados servicios al mercado que demanda altos niveles precisión y calidad.
CLR queda como empresa proveedora de servicios de ingeniería avanzada en el desarrollo de soluciones de accionamiento y de comercialización de actuadores electromecánicos.
El 2020 ha sido un año complicado, pero el equipo humano de CLR no ha escatimado esfuerzos en generar un prometedor futuro para continuar creciendo como empresa.