Las empresas del molde de la comarca no encuentran mano de obra cualificada para el relevo generacional

IBIAE, con recursos propios, ha elaborado un estudio para determinar la salud del molde en la comarca. La muestra, que ha contado con más de 60 empresas, recoge de manera exhaustiva las debilidades, fortalezas, amenazas y oportunidades que ofrece el molde en nuestro territorio. En los desayunos de IBIAEen colaboración con Escaparate y Caixa Popular– una representación de los talleres del molde contrastó las conclusiones del estudio de uno de los sectores tractor de la Foia de Castalla.

Entre las debilidades, destaca la escasez de personal cualificado. Existe una generación con experiencia en el banco de trabajo que no encuentra relevo en la generación actual. “En cinco años se jubilará una generación que ha dado valor añadido al molde y es urgente encontrar personal para relevarla, indicaron los moldistas en una clara referencia a la extinta Escuela de Payá. Aquel foco de transmisión de conocimiento teórico y práctico en el banco de trabajo fue uno de los gérmenes de varias generaciones de grandes moldistas, que ahora es mirado con anhelo desde la distancia. “Luchamos a contracorriente contra la formación cualificada”, subrayaron con preocupación.

“Los jóvenes no ven esta profesión atractiva. Como padres tenemos que buscar la fórmula para trasladar a los hijos que el camino para labrarse un futuro laboral atractivo y de éxito es la Formación Profesional. Un mecánico bueno tiene trabajo para toda la vida”, afirmaron. En este sentido, añadieron que es importante “desterrar el mito de que el taller es sinónimo de mancharse de grasa y que se cuenta con maquinaria de vanguardia para llevar a término proyectos técnicos de calidad”.

IBIAE, de hecho, lleva años fomentando la FP en centros educativos para atraer a las generaciones actuales a las profesiones industriales de la Foia. “El que hace el molde es un experto porque tecnológicamente es complicado, son piezas únicas y no se les da valor”, insistieron los asistentes al desayuno de IBIAE. “Queremos crecer, pero encontrar mano de obra cualificada es un problema. En la mayoría de los casos formamos desde dentro de la empresa y nos conformamos con gente que tenga actitud y ganas de trabajar”, expresaron.

Tanto la competencia local como la incipiente competencia internacional –proveniente de Portugal o Asia– comienza a estar presente. “Muchos de los proyectos suelen llegar por el inyectador y al haber mucha oferta en la zona no hemos sabido defender el precio que toca porque nos aferramos a tener trabajo. Disponer de un comercial y salir fuera es una opción para conseguir proyectos de fuera”, expresaron. De esas oportunidades futuras que pueden llegar están las ayudas europeas a través de los PERTES, así como la capacidad de entrar en otros sectores como el aeroespacial. “El nivel de exigencia es alto, ya que buscan la precisión con el valor añadido al producto. En la comarca existen talleres con capacidades para hacer cualquier cosa con minuciosidad y calidad. Tenemos que estar abiertos a prospeccionar otros mercados. Con nuevos clientes evolucionas, sobre todo con las grandes industrias que te obligan a contar con certificaciones y con ello acabas creciendo de su mano”, constataron los empresarios del molde.

El molde también tiene puntos fuertes que son necesarios remarcar. En la comarca los talleres están especializados y cuentan con una dilatada trayectoria empresarial para ofrecer una calidad contrastada. Tener en un mismo territorio una diversidad de empresas es una distinción con la que no cuentan otros territorios cercanos. Un punto fuerte que señalaron los moldistas es “la capacidad de sinergia entre las empresas puesto que, en un mismo entorno e incluso en una misma calle, puede ofrecerse el producto llave en mano al cliente. De esta forma el cliente no acude a diferentes puertas. Su versatilidad le permite disponer de gran capacidad para adaptarse a las exigencias y necesidades del cliente. Ser proveedor de proximidad acelera los tiempos de entrega para concretar el proyecto, aplicando tecnología puntera a los procesos productivos del molde”, justificaron para ensalzar esa cualidad de la Foia de Castalla con respecto a otros núcleos industriales con una menor capacidad de diversificación empresarial.

Por tanto, el sector del molde en la comarca cuenta con un futuro interesante siempre y cuando se asegure la mano de obra cualificada. Atraer a los jóvenes a la Formación Profesional se antoja clave para responder a esa carencia. La competencia exterior puede superarse porque aquí el molde es de calidad, con un valor añadido. Además, el territorio sabe adaptarse a los ciclos económicos y a las crisis reinventándose, siendo el molde fundamental en este aspecto tal y como ha quedado reflejado a lo largo de la experiencia de los años.