En los desayunos de IBIAE –en colaboración con Escaparate y Caixa Popular– una representación importante de las empresas de la muñeca realizó un análisis de diferentes aspectos del elemento que ha situado desde hace muchas décadas en el mapa a la localidad. Los participantes en este desayuno han sido Francisco Herrera (The Dolls Factory Europe), César Bernabeu (Berjuan), Ángel Juan Vidal (Nines Artesanals d’Onil), Camilo Bernabeu (Paola Reina), Marco Antonio Juan (Muñecas Antonio Juan), José Antonio Quills (Folk Artesanía), Javier Estrada (JC Toys Spain) y Jose Antonio Galvañ(Marina & Pau), además del director de IBIAE, Héctor Torrente, y del director de Caixa Popular en Ibi, Josep Manuel Llopis.
Uno de los principales elementos que ha sido cuestión de debate en el desayuno es el proyecto de turismo que plantea el Ayuntamiento de Onil. Los empresarios lo tienen claro. El eje principal sobre el que debe girar todo el concepto es la industria de la muñeca. “Si queremos promover Onil y situarlo en el mapa mundial, lo que hace diferenciador a Onil con respecto a otras poblaciones es la muñeca. La muñeca es algo único porque como producto posee una trayectoria artesanal que ahora mismo se ha convertido en un elemento transversal con el que pueden interactuar niñas, niños y personas de la tercera edad”, explican.
Para ello, exponen que el planteamiento tiene que ser atractivo conseguir el objetivo. “Las fábricas están cerradas durante el fin de semana porque carecen de actividad en sábado y domingo. Si hay que abrir una planta para que los visitantes observen el proceso de elaboración de una muñeca de forma artesanal, eso debería estar potenciado por las instituciones porque la cuestión turística ha de ir relacionada con la industria para que Onil muestre a todo el mundo que fabrica muñecas”, aseveran.
El tejido empresarial tiene voluntad de participación con las instituciones y establecer una sinergia para caminar en la misma dirección y encontrar puntos de encuentro. “Estamos dispuestos a sentarnos en una mesa para colaborar. Podríamos abrir, una serie de fines de semana, diferentes empresas y acercar el proceso de fabricación a quienes se acerquen a Onil, pero para ello hay que dotar de infraestructuras que posibiliten que se realicen estas y otras cosas”. A juicio del tejido colivenc de la muñeca, “este producto posee unas características únicas que quienes lo conocen por vez primera quedan sorprendidos. Es algo artesanal, diferente y con mucha calidad”.
El Museo de la Muñeca también es un punto que ha formado parte del diálogo entre los empresarios. La unanimidad de opiniones es clara. Es necesario cambiar el planteamiento y conseguir un museo que sea interactivo. “Para efectuar muchas actividades está limitado. En un museo de este perfil el visitante tiene que tocar la muñeca, manipularla y jugar con ella y contar con una visita teatralizada. Esa zona de acción no está presente en el museo, como sí está presente en una ludoteca. Se le ha dado más importancia al edificio que a la protagonista, que es la muñeca. Tenemos un cajón repleto de ideas para ser diferentes, pero siempre buscando esa colaboración público-privada para que cuando la gente venga hable bien y lo vendan a otras personas”.
La crítica constructiva y la mano tendida para buscar soluciones forma parte de las buenas intenciones de los empresarios: “El museo actual no tiene nada que ver con el inicial. Esto es una exposición de muñecas, no un museo. Hay que volver a los inicios e incluso que haya una tienda dentro del espacio museístico, que el visitante pueda acceder a una empresa a observar el proceso, una profesionalización del espacio con una persona que verdaderamente conozca la realidad, trayectoria, evolución, etc. Vender la historia de la muñeca en Onil es un valor añadido”.
En cuanto a un mercado de Navidad –con la muñeca como gran reclamo– que imite lo que hace Xixona con el turrón, los industriales mantienen que “este tipo de eventos han de contar con una continuidad. Podríamos hacer el esfuerzo para darla a conocer al visitante de fuera, puesto que la gente de aquí ya nos conoce. El foco del proyecto, gestionado por el Ayuntamiento, debe ir encaminado a ilustrar la singularidad de Onil, una feria que muestre a las empresas y sus productos para hacer marca fuera del entorno”, apuntan.