La entrada en vigor, desde el uno de enero, del impuesto al plástico no reutilizable en España supone una aumento de costes para las empresas de plásticos que se verá repercutido en el consumidor final. RTVE Comunitat Valenciana ha visitado la Foia de Castalla para dar a conocer las consecuencias de este gravamen. El medio de comunicación ha recabado los testimonios de IBIAE y de INJUSA, empresa asociada a IBIAE que fabrica juguetes y también de artículos para mascotas a través de su marca LOBOO.
El artículo 68 de esta nueva ley incorpora el pago de un impuesto a artículos fabricados en plástico, como los envases no reutilizables, los productos o plásticos semielaborados para fabricar envases (como las preformas o las láminas de plástico).
El impuesto tiene un importe de 0,45 euros por cada kilogramo de plástico no reciclado. Esta tasa repercute en el fabricante nacional, el importador o el comprador intracomunitario.
“Han tenido que adaptar sus departamentos de administración, equipos informáticos y de gestión con una incertidumbre total sobre qué está sujeto y qué está exento a este gravamen”, explica Héctor Torrente (director de IBIAE).
Por su parte, Luis Berbegal (consejero delegado de INJUSA) indica que “lo que queremos es fomentar la sostenibilidad y la economía circular. Hay que facilitar las herramientas a las empresas para implantar en sus procesos un protocolo que conduzca todo esto”.