A finales de 2014 IBIAE realizó un estudio de las deficiencias que tienen los polÃgonos industriales de Ibi. Casi dos años después ha vuelto a elaborar un nuevo informe. En el mismo se ha comprobado que muchas de aquellas deficiencias se mantienen. Los polÃgonos estudiados han sido los siguientes: Derramador, Casa Pau, L’Alfaç, L’Alfaç II, L’Alfaç III, Retiro-Casanova y otras zonas industriales.
No hay que obviar que los polÃgonos de Ibi son un escaparate y parte de nuestra imagen. Reciben muchos visitantes y ello implica que se lleven una impresión de esta zona industrial de nuestra localidad. El cuidar y mantener estos lugares no sólo repercute en las empresas del polÃgono, sino también en el resto del pueblo. IBIAE lleva advirtiendo desde hace varios años del escaso mantenimiento y de la situación de deterioro de los polÃgonos ibenses.
Desde IBIAE entendemos que no somos técnicos expertos en la materia. El estudio siempre se hace en aras a colaborar y facilitar la labor de los profesionales responsables de esta área. En ningún momento ponemos en duda los criterios empleados para que la situación sea tal y como la describimos. Estamos dispuestos a sentarnos y trabajar para reducir estas deficiencias con quien requiera de nuestra colaboración.
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Para la elaboración del estudio se han utilizado dos sistemas: recopilación de la información de los usuarios que utilizan todos los dÃas los polÃgonos industriales –como son las empresas– y comprobación visual de responsables de IBIAE durante varias jornadas en periodos distintos del dÃa y la tarde-noche.
En cuanto a las deficiencias genéricas –comunes a gran parte de los polÃgonos–, se ha detectado que en muchas aceras se acumulan restos de vegetación y crecimientos de hierbas descontroladas.
En referencia a la señalización horizontal y vertical, algunas poseen escasa visibilidad, están deterioradas, son viejas con un color incorrecto, otras están inclinadas y con peligro de caer al firme. Asimismo, muchos de los pasos de cebra no están señalizados avisando de la existencia del mismo. Incluso la señalización en el suelo en muchos casos es imperceptible. La referencia entre señales verticales y las viales no existe. El ejemplo más patente es el cruce de la calle Sevilla con la calle Huelva. Además, hay zonas de aparcamiento en calles de dos carriles que pueden dar lugar a la confusión al conductor que no transita habitualmente por ahÃ.
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Por otro lado, los nombres de las calles están con distinta señalización: algunas pegadas a las fachadas y otras en señal vertical. Las informativas se han deteriorado por el paso del tiempo. A su vez, se ha observado la inexistencia de información en muchas calles. La consecuencia es que el visitante no sabe dónde se encuentra y el único mapa de los polÃgonos industriales está emplazado en un lugar sin visibilidad y en la curva en la cual se encuentra tampoco se puede detener un vehÃculo o una persona para leer con detenimiento.
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La iluminación es otro aspecto del que IBIAE siempre ha estado muy pendiente. En 2010 no funcionaban 118 farolas. Dos años después eran 242. Sin embargo, en 2014 los técnicos y responsables del Ayuntamiento de Ibi advirtieron de que el número habÃa descendido y que no habÃa ninguna calle apagada en su totalidad. No obstante, en algunas zonas verdes las farolas no funcionan.
Otro asunto de calado son las bocas de incendio. La mayorÃa de las que están ubicadas en los polÃgonos no contiene la carcasa de plástico con la cual se identifican y distinguen.
Las zonas verdes, jardines y medianeras son igualmente importantes para un polÃgono. Bien cuidadas y saneadas aportan imagen y valor al enclave. Tras un repaso a estos espacios, hemos comprobado que su mantenimiento no es suficiente. Son un foco de crecimiento de hierbas que tapan las plantas, convirtiéndose en un almacenamiento de basuras arrastradas por el aire y el agua. La imagen, en consecuencia, es de descuido y de suciedad.
Los baches y nuevas reparaciones es otra puntualización de los usuarios. Algunos de ellos perduran en el tiempo, bien porque no han sido reparados o porque su reparación no es definitiva. Se encuentran en algunas de las zonas más transitadas. En la calle Huelva se abrió una zanja y luego se cerró con un material diferente. El efecto visual es de remiendo y de variedad de colores en el firme. Algunas aceras también tienen baches o hendiduras, sobre todo en zonas de entradas y salidas de vehÃculos.
Los vados y zonas de aparcamiento son zonas de suma relevancia. Según el BOP (BoletÃn Oficial de la Provincia de Alicante), desde el año 2000 todas las parcelas de los polÃgonos tienen derecho a una plaza de acceso. La norma indica que las empresas deben disponer de acceso libre sin necesidad de señalización (ni vado ni pintura en los bordillos). La propuesta de IBIAE aboga por que se estudie la opción de pintar las zonas de acceso y/o autorizar la colocación de alguna señal sin coste para las empresas. Â
En otro orden, en las aceras del PolÃgono L’Alfaç II, desde su construcción, se dejó una zona de entre 50 y 70 cm. sin pavimentar por motivos que en aquel momento (1997) se entendÃan necesarios. Finalmente, no se han empleado para su fin originario y en la actualidad crecen hierbas. Aunque el Ayuntamiento de Ibi ha acometido limpieza de las mismas, la historia se repite cada cierto tiempo provocando imagen de descuido y abandono.
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El último apartado del estudio responde a las superficies de estancamiento de agua cuando llueve de forma continua. Dos ejemplos de ello son la calle Palencia y otro es la rotonda de la Avenida de Valencia. Las empresas ubicadas en ese sector reciben el agua que llega desde El AlamÃ.
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