El sector de los plásticos ha planteado recientemente a la Comisión de Transición Ecológica del Congreso de los Diputados que revise los objetivos de reducción de plásticos de un solo uso (recipientes de alimentación y vasos), estipulados en 50% en 2026 y 70% en 2030, por ser desproporcionados e injustificados económica y ambientalmente. Además, son discriminatorios frente a otros envases que igualmente son de un solo uso. Este aspecto generará una desventaja competitiva en el sector de fabricación industrial porque todos los envases industriales y comerciales plásticos están gravados.
Esplasticos –la Plataforma de los Plásticos es un proyecto de unión de los diferentes agentes que forman parte del sector y de la cadena de valor de los plásticos– ha propuesto mejoras al impuesto e IBIAE se adhiere a ellas. De esas mejoras, es importante retrasar su entrada en vigor 6 meses, la inclusión del reciclado químico, la ampliación del catálogo de exenciones a los envases comerciales e industriales y films de transporte y logística, la reducción del tipo impositivo para los envases de origen renovable, la inclusión de la repercusión jurídica del mismo y también ajustes tanto en exportaciones como importaciones para no generar desventaja competitiva.
La industria del plástico es clave en España. En la actualidad está formado por más de 3000 empresas, el 98% de ellas pymes y micropymes, que dan empleo directo a más de 93000 personas y a más de 250000 entre empleo indirecto e inducidos. Además, tal y como ha quedado constatado durante la pandemia, el plástico ha jugado un papel esencial en el sector alimentario, el sanitario o en el higiénico, por citar solo algunos. No hay que olvidar que sector del plástico lleva tiempo trabajando en medidas que aporten soluciones para alcanzar la plena circularidad.