La entrada en vigor, desde el uno de enero, del reciente impuesto al plástico no reutilizable en España supone una aumento de costes para las empresas del plástico que se verá repercutido en el consumidor final. À Punt ha visitado la Foia de Castalla para dar a conocer las consecuencias de este gravamen. La televisión autonómica ha contado con los testimonios de IBIAE y de SARABIA PLASTICS, empresa del sector del plástico.
El artículo 68 de esta nueva ley incorpora el pago de un impuesto a artículos fabricados en plástico, como los envases no reutilizables, los productos o plásticos semielaborados para fabricar envases (como las preformas o las láminas de plástico).
El impuesto tiene un importe de de 0,45 euros por cada kilogramo de plástico no reciclado. Esta tasa repercute en el fabricante nacional, el importador o el comprador intracomunitario. Víctor Sarabia, responsable del departamento comercial de SARABIA PLASTICS, aporta como solución para afrontar estos nuevos costes “la reducción del peso de las piezas”.
Además esta ley exige una serie de trámites no contemplados hasta la fecha. Tal y como detalla el director de IBIAE, Héctor Torrente, un incremento añadido será “esa labor administrativa que no se hacía con anterioridad carga con un coste más a la empresa”.