Una de las palabras más utilizadas en los últimos tiempos y que más eco tiene en los medios de comunicación es la llamada industria 4.0. ¿A qué responde este concepto? El término, de origen alemán, fue acuñado por el presidente de la Academia Alemana de Ciencias e Ingeniería (Acatech), Henning Kagermann, y citado por primera vez en la Hannover Messe de 2011. Las pymes están comenzado a incorporar nuevos elementos para evolucionar hacia una revolución tecnológica que cambia la forma de producir y de pensar en el entorno de la empresa. Con ello se consigue incrementar la eficiencia, productividad y competitividad en sus procesos. Las fábricas pasan a convertirse en espacios inteligentes gracias a la tecnología. La integración en la cadena productiva de la digitalización, automatización, realidad virtual, big data, las TIC, internet de las cosas, robótica, entre otros, supone el salto a la industria 4.0 o Cuarta Revolución Industrial. Obtener datos y relacionarlos para mejorar cualquier aspecto de la cadena de producción y venta forma parte de este escenario. Entre los beneficios, es importante subrayar la eficiencia de todos los procesos y un aumento de la rentabilidad.
Con motivo del 25 aniversario de IBIAE, y en colaboración con Escaparate y Caixa Popular, a lo largo del 2018 se están llevando a término varios desayunos con empresarios de la Foia de Castalla. La industria 4.0 fue la cuestión que abordaron los empresarios en el último encuentro. Sus opinones al respecto son recogidas en estas páginas para así trasladar las conclusiones a la opinión pública.
César Mariel, CEO de Iristrace, firma que se decica a la gestión de una aplicación que diseña inspecciones, auditorías y partes de trabajo, señaló un detalle significativo: “Seguimos viendo que las empresas hacen todo en papel”. “Para mí una transformación real es cuando llegas a tu primera línea, a aquellos que están recogiendo datos continuamente. Estos son los que después tienes que analizar con big data sobre patrones, fallos de calidad o de procedimiento. Nos falta la rapidez en la actuación. Hay que coger el dato y trabajar con él de manera inmediata y pensar en cómo mejorarlo”, aseguró.
Otra empresa local que se encarga de analizar datos y conseguir optimizaciones para sus clientes es SSI Energía, empresa de consultoría energética que presta servicios desde la optimización energética hasta la monitorización y control de procesos. Fernando Casado, responsable de esta firma, aseveró que empezaron “con la mejora energética en las empresas”. “La energía sube de precio y hacemos proyectos para reducir los costes. Al cabo de dos o tres años nos dimos cuenta de que iba bien, pero ya no teníamos más datos. Mediante la monitorización de los mismos comenzamos a disponer de datos reales. En varias empresas ya conoces el consumo en tiempo real y cómo se está efectuando ese consumo. Con la captura de datos puedes saber dónde mejorar. Actualmente estamos consiguiendo reducciones en las facturas energéticas de entre el 40 y el 50 por ciento”, apuntó Casado.
José María Ferrándiz, director de 3D del Grupo Solitium, empresa del sector informático que dispone de equipos para la fabricación con esta tecnología, manifestó que hay “un desconocimiento generalizado de la cuestión”. “Una de las primeras premisas que nos planteamos dentro de nuestro grupo era conocer, dentro de la base de datos de más de 100.000 clientes, cuántos de ellos trabajaban en digital. Hicimos telemarketing y la respuesta que nos daban era que tenían ordenador”. “Sin embargo, queríamos saber las que trabajaban en formato digital a nivel de ingeniería para ver si podían o no acceder a la compra de equipos y estaban lo suficientemente maduros para ello”.
Jordi Silvestre, máximo responsable de Silmisa Maquinaria –empresa dedicada a la fabricación de máquinas para la industria del reciclaje desde hace más de veinticinco años– relató que hacen maquinaria “que cumple con la normativa europea, aunque en algunas cuestiones como el voltaje debemos buscar la adaptación para el país que no posea los mismos parámetros que España”.
El presidente de IBIAE y gerente de Pepri, Pedro Prieto, ofreció una visión desde la perspectiva industrial pura y dura con respecto a la inmediatez cambios que actualmente se observa en las nuevas referencias. “Para sacar un producto tienes que invertir en varios moldes y esto evoluciona muy de prisa. Algunos clientes no están dispuestos a pagar ese precio”. “Se trata de iniciar una nueva revolución industrial y luego hay que concretar dónde están esos clientes dispuestos a pagar el precio que ello conlleve”. Al hilo de este tema, César Mariel puntualizó que “el ciclo de producto ahora es más corto y con una adaptación continua a las necesidades del cliente”.
En Caixa Popular, tal y como detalla Ximo Palaci, director de la sucursal de Ibi, “hacemos acciones creativas. Muchas veces en una empresa una de las tendencias pasa por parar una hora, sentar al equipo y ponerse a pensar cosas. De las ideas más absurdas salen cosas positivas”.