Alfredo Sanjuán y José Antonio Martínez fundaron en 1986 TALLERES TEIXERETA. Comenzaron –como la gran mayoría de empresas de nuestro entorno– en un espacio reducido para luego crecer dentro del sector de la fabricación de moldes. Alfredo relata así cómo fueron aquellos inicios: “Empezamos en la calle Joaquín Costa en una cochera pequeña y con un mínimo máquinas necesarias. Allí permanecimos doce años. El 80% era dedicado al juguete. En la actualidad no llega a ser un 10%”.
Desde entonces hasta ahora ha habido cambios significativos: “Nos dedicamos a la construcción de toda clase de moldes para la inyección: envases, domótica, plásticos especiales, poliamidas, inyección de zamak, inyección de aluminio…”, detalla. Además, su mercado no se circunscribe sólo a La Foia de Castalla. “Tenemos clientes en España y parte del Extranjero”, dice.
MOLDES TEIXERETA elabora moldes de, aproximadamente, hasta un máximo de 600×800. “Podemos realizar moldes mayor envergadura, pero es algo muy esporádico. Hacemos moldes de toda clase,aunque estamos especializados en moldes complejos, por su mecánica”, puntualiza Alfredo.
¿Cómo ha evolucionado el sector en este periodo de 30 años para MOLDES TEIXERETA? “Nos hemos ido adaptando. Cuando nos llega el diseño de la pieza, buscamos problemas que pudieran surgir entre la construcción del molde y la inyección, y lo subsanamos”, indica. “Ahora se tarda mucho menos en hacer un molde, cuando empezamos era más artesanal. Los planos se hacían a mano, cualquier problema que surgiera era ya una realidad que había que solucionar. Ahora con la tecnología (CAD), todo ello se puede solventar antes de proceder a realizar los moldes. Todo es más rápido. Nuestro hándicap siempre ha sido intentar conectar la idea del diseño del cliente con la obtención de un molde óptimo en precio y plazo, según necesidad”, añade.
En cuanto a su crecimiento, admite que no lo han hecho de manera espectacular. “Antes de cumplir diez años éramos cuatro o cinco y ahora somos siete. Como taller hemos sabido adaptarnos a las crisis. Nunca hemos despedido a nadie. Los clientes son de confianza”, constata.
La experiencia de los años siempre ofrece una visión más curtida de la realidad. ¿Cómo ve la profesión Alfredo? “Hace falta gente que sepa ajustar, acabar y darle el toque final al molde para asegurar su perfecto funcionamiento en la maquina inyección, y así evitar demoras en la entrega, que hoy por hoy es esencial para que el cliente quede satisfecho. La demora en la entrega son pérdidas para el cliente”, concluye Alfredo Sanjuán.