La empresa Pohüer, especialista en la inyección de termoplásticos, organiza en sus instalaciones unas jornadas de puertas abiertas muy especiales en las que los hijos de los empleados han podido conocer de primera mano dónde trabajan sus padres y a qué se dedican.
Las jornadas de puertas abiertas para la familia es una excelente oportunidad para generar un buen clima de convivencia entre los empleados de una misma organización y de estrechar lazos, así como de favorecer la integración de los empleados de una misma empresa.
Por este motivo, y ante la inquietud de los hijos de los empleados por conocer dónde trabajan sus padres y a qué se dedican, la empresa ha tomado la decisión de organizar este emotivo evento, tal y como explica María Ruíz, del Dpto. de RRHH “Varios empleados nos habían transmitido que sus hijos les preguntaban continuamente: Papá, y tú, ¿dónde trabajas? De modo que tomamos la decisión de realizar esta jornada para los más peques de la familia Pohüer”
La jornada de convivencia comenzó a las 17 horas del pasado viernes, cuándo los empleados recogieron a sus hijos para llevarlos a Pohüer y comenzar la visita que finalizó a las 19 horas con una merienda familiar que reunió atodos los empleados y los niños.
María Ruiz, organizó una excursión a los niños por toda la empresa y todos sus departamentos, para que conocieran todos los procesos de creación “Los críos se comportaron maravillosamente bien, y atendieron embobados a los procesos de inyección, de calidad, el funcionamiento de los robots y la fabricación de los moldes de matricería”.
Los padres tuvieron un gran protagonismo durante la visita ya que explicaron su función en la empresa, y cómo funcionan las máquinas. Éste fue uno de los momentos más especiales según afirma María Ruiz “Fue muy emotivo ver cómo tanto los padres como los niños se entusiasmaron al verse dentro de las instalaciones”
Para finalizar, la empresa organizó una merienda donde los padres y los niños intercambiaron impresiones y se vivieron momentos divertidos “Resultó muy gracioso cuando les preguntábamos quién arreglaba los robots si se rompían y se oían gritos: “mi papá, mi mamá!”
La iniciativa ha tenido una gran acogida por parte de los trabajadores que han respondido muy positivamente a la misma, lo que ha generado un gran ambiente de trabajo, además, cabe señalar que la compañía ibense ha realizado la visita respetando los estándares de seguridad y exigencias necesarias como la protección con ropa aséptica, entre otros.